Antes de comenzar a ahondar en el poder del discurso y la oratoria como herramientas de expresión de un mensaje, y en su capacidad de influir en logros de objetivos tanto empresariales como personales, habría que detenerse un momento a pensar en la importancia que una simple palabra –escrita u oral– puede llegar a tener en nuestras vidas. Estamos acostumbrados a mantener relaciones laborales e interpersonales en donde la brevedad, la economía de caracteres y los temas más urgentes no sólo manejan nuestra agenda, sino que soslayadamente van modificando nuestra forma de ser y de pensar sin darnos cuenta siquiera. Las palabras unen, separan, construyen o destruyen relaciones laborales y personales, y proyectos de negocios. Es por eso que utilizar un lenguaje adecuado es la base fundamental de nuestro diálogo interno, herramienta vital para triunfar en cualquier meta que nos hayamos propuesto. En el mundo de los negocios, y más aún en los emprendimientos que recién comienzan a dar los primeros pasos, poseer la capacidad de usar el discurso adecuado en favor de nuestras metas se torna fundamental para luego tomar las decisiones y acciones correctas que formen la sinergia necesaria para el éxito.
Claves para utilizar las palabras a nuestro favor
- Diálogo interno optimista: las palabras son signos externos de nuestro conocimiento de la realidad. Describimos y comunicamos el mundo que conocemos mediante palabras. Pensamos, nos describimos y reafirmamos en palabras. Es por ello que para alcanzar el esperado éxito en los negocios o proyectos personales, es fundamental decirnos a nosotros mismos aquellos términos que reflejen nuestras virtudes, logros y talentos. De este simple acto se puede transformar en positivas nuestras falencias, miedos o inseguridades.
- Aprender a resaltar lo positivo de los demás: Ya sea un empleado, un jefe, socio, cliente o amigo, verbalizar y expresar con convencimiento aquellas cualidades positivas del otro no sólo aumentará la productividad y la empatía, sino que generará relaciones sanas, y un clima ideal para crear y triunfar.
- Ser claro y firme: Las palabras transmiten nuestros pensamientos y estados de ánimo, por eso a la hora de expresar una idea, valorar el aporte de nuestro equipo o defender una postura es necesario hablar o redactar de una forma simple y directa, pero con determinación y seguridad.
- Dar información útil: Todo proyecto requiere de personas que le pongan toda su energía y talento para que sea exitoso. Es por eso que toda información que se puede aportar en relación a un producto, una innovación, o un plan de negocios es valiosa, e impulsará la concreción de los objetivos.
- Decir y hacer sin contradicciones: La palabra es el impulso inicial, que de nada sirve si a la hora de actuar no somos consecuentes con lo que decimos o sentimos. Por tal razón, el pilar fundamental de todos los logros en la vida se encuentra en la capacidad de tener virtudes, convicciones claras y precisas para luego actuar en consecuencia.
- Dar el ejemplo es mejor que manipular: Si bien mediante el uso del discurso se puede convencer o persuadir a una audiencia de un punto de vista determinado, no es aconsejable caer en trampas lingüísticas para conseguir aceptación o personas leales a un proyecto. Sin una base sólida y sincera todo emprendimiento caerá por el peso de las propias palabras sin contenido.
Fuente: Pulso Social