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Los ecosistemas de innovación en el mundo

Los ecosistemas de innovación en el mundo

En la década de los setenta muchos emprendedores decidieron instalarse en Silicon Valley, una zona de California, para desarrollar sus proyectos. Ésta no fue una acción fortuita: el lugar contaba ya con un enorme dinamismo tecnológico y empresarial impulsado por la Universidad de Stanford.

Dicha institución se preocupó por establecer una cultura de enfoque empresarial en todas sus investigaciones, lo que permitió traducir las ideas en oportunidades de negocios concretas, con la innovación como el eje central. Stanford creó un ecosistema que promovió y facilitó el emprendimiento a través de la creatividad. Así, implementó una incubadora de negocios que ayudaba a los emprendedores a materializar las ideas.

En los países de América Latina existe una fuerte tendencia a incentivar el emprendimiento. Sin embargo, existe un riesgo: si no se crean las condiciones necesarias, en unos cuantos años tendremos una oleada de emprendedores fracasados. Y es que ¡no es suficiente apoyar con el financiamiento! Incentivar el emprendimiento sin haber creado un ecosistema favorable puede ser contraproducente.

La filosofía de Silicon Valley es “errar, errar y volver a errar”, lo que permite a los emprendedores ser perseverantes y no frustrarse ante los tropiezos. ¿Qué sucede con el resto del mundo?

Los “Silicon Valley” del mundo

En los países latinos, solemos ver a Silicon Valley como el centro de la innovación tecnológica en el mundo. Sin embargo, no es el único lugar. En Tel Aviv, Israel, se encuentra Silicon Wadi, que en la década de los sesenta creó un ecosistema propicio para el emprendimiento.

De acuerdo con Innovation Union, en 2014 Israel fue el país que más invirtió en Investigación y Desarrollo, destinando un 4.2% de su PIB. China es sede de Zhongguancun, un centro tecnológico situado en el distrito de Haidian, Pekín que comenzó a popularizarse en los ochenta al emular el Silicon Valley de California.

En la Bangalore, India, se asienta Electronics City, un parque industrial enfocado en la electrónica. Este lugar ha sido incubadora de los principales cerebros en informática. Actualmente, se está trabajando fuertemente para retener los talentos en el país.

Por otro lado, en América Latina también existen ejemplos de ecosistemas de emprendimiento. En Chile existe un proyecto que transformará un área de la ciudad de Concepción, en la zona sur, en una especie de Silicon Valley.

Este Parque Científico y Tecnológico (PACYT) está impulsado por la Universidad de Concepción; en menos de una década, se espera que unas 40 empresas estén instaladas y generen más de 2 mil empleos. Existen otras iniciativas chilenas para desarrollar hubs de emprendimiento, como Startup Chile. Asimismo, dentro de los beneficios a los emprendedores extranjeros se encuentra el denominado “visado de emprendedores”, que permite instalar sus empresas con beneficios tributarios.

Incentivos para la innovación

Los principales elementos que favorecen el desarrollo de un ecosistema de innovación son la eliminación de los trámites burocráticos para la creación, modificación y el cierre de empresas. No es necesario aumentar el porcentaje de inversión en innovación respecto al PIB; lo que se requiere es, simplemente, voluntad de las autoridades.

Otro elemento fundamental es incorporar eficiencia en los trámites que requieren efectuar los emprendedores ante los organismos públicos. Se debe prestar especial atención a la interacción a través de servicios online. Asimismo, se debe asegurar que fluya la información entre los organismos públicos.

Un país que invierte en optimizar los procesos en los organismos públicos no requiere invertir tanto en innovación; hace un uso más eficiente de los recursos con que ya cuenta.

Fuente: Soy Entrepreneur

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