En el mundo actual, de profundos y acelerados cambios tecnológicos, sociales y económicos, la capacidad de adaptación se ha vuelto indispensable. Y en los negocios esto no es excepción.
Hoy las empresas que son líderes de sus mercados son aquellas capaces de adaptarse, entender y entregar soluciones a las nuevas demandas de sus clientes, manteniendo además altos niveles de calidad en sus productos o servicios.
¿Cómo lo logran? Aunque existen variadas estrategias, muchas de ellas están volcando su mirada hacia una nueva tendencia en gestión empresarial: “Kaizen” Management Philosophy, aplicada también por reconocidas empresas japonesas como Honda, Toyota, Toshiba y Sony.
El término Kaizen tiene su origen en dos ideogramas japoneses: “Kai” que significa cambio y “Zen” que significa mejorar.
Esta es una metodología empresarial que tiene como principal objetivo alcanzar la mejora de los procesos internos y la forma en que trabajan las personas, para dar al cliente el mayor valor agregado en los productos y servicios que ofrece la empresa. Pero también mejorar la productividad en los resultados de la compañía.
La clave está en el concepto de “mejora continua y sistemática” donde todos los procesos, capacidades y habilidades pueden ser modificados, a través de pequeñas o grandes acciones, para optimizar su potencial.
La clave del Kaizen está en eliminar de todos los obstáculos que impidan el uso más rápido, seguro, eficaz y eficiente de los recursos en la empresa.
Además su aplicación es diaria y práctica: esta estrategia empresarial invita a que todos los días se implemente a lo menos una clase de mejora en algún espacio de la organización.
Lo más destacable de Kaizen es que no apunta a realizar grandes inversiones en tecnología e innovación para lograr mejoras significativas.
En la mayoría de los casos, el método busca aprovechar el conocimiento y la experiencia que tienen los trabajadores en sus respectivos cargos, invitándolos a ellos a identificar oportunidades de mejora que contribuyan a hacer más eficientes los procesos. Por eso, los recursos humanos juegan un papel fundamental en el éxito de esta implementación.
La empresa deberá instar a encargados en cada una de las áreas clave para la empresa a llevar adelante este sistema de gestión, junto con la participación activa de todos los equipos.
Por eso, los líderes y la alta dirección también juegan un papel vital: son ellos los llamados a predicar con el ejemplo e impulsar la motivación por este cambio cultural hacia la mejora permanente. ¿Cómo pueden hacerlo? Simple, reconociendo los aportes de los trabajadores en cada una de sus áreas y creando espacios de participación donde puedan entregar sus sugerencias respecto a cómo mejorar.
¿Te entusiasmaste con la mejora continua? Te contamos entonces de Rindegastos, una aplicación móvil que te permitirá optimizar el proceso de rendición de gastos dentro de tu empresa, realizando revisiones y aprobaciones de gastos de forma digital y desde cualquier dispositivo.