El sistema contable de un negocio es un elemento fundamental que todo el personal dedicado a su análisis y control debe conocer para una toma de decisiones empresariales que lleve los rendimientos y productividad de sus finanzas a alcanzar objetivos exponenciales.
Las salidas de dinero superfluas, como: los gastos innecesarios, el descuido de las cajas menores, los precios de contratación de servicios excesivos sin previo análisis y comparación, son elementos que poco a poco dañan el progreso de un negocio hasta opacar su productividad, e incluso, llevarlo a la ruina.
El personal que apruebe y regule las entradas y salidas de una compañía, debe ser capaz de estar bien informado sobre sus gestiones y desenvolvimiento con base a instrumentos administrativos y de contabilidad que puedan clasificarlos, y así, obtener proyecciones transparentes para su estudio.
Fundamentos en la toma de decisiones empresariales
La toma de decisiones empresariales tiene que seguir 4 fundamentos indispensables para lograr metas certeras, siendo estas:
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Conocer en profundidad las directrices del control administrativo: los recursos monetarios son el formador exponencial de un negocio, por lo tanto, conocer su flujo en las operaciones de cualquier empresa es primordial para posteriormente realizar gestiones que logren resultados alentadores.
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Proponer sistemas de ahorro e inversión: ubicar cada movimiento en los esquemas presupuestarios es fundamental, para con ello, encontrar las mejores etapas financieras de un negocio para elaborar planes de inversión o ahorro, e incluso, evitar gastos innecesarios que en un futuro perjudiquen su desarrollo.
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Examinar las áreas de trabajo: cualquier departamento o cargo administrativo que se dedique a manipular el contexto financiero y contable de un negocio, es fundamental ubicar, conocer y proponer mejoras en conjunto con todos los equipos de trabajo, para sumar nuevos proyectos que impulsen el rendimiento de la compañía con base a la perspectiva de cada área.
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Comparar las gestiones de años anteriores vs. actuales: la claridad administrativa también es comprender cuáles fueron los aciertos, o errores, en los balances presupuestales de años previos y con ello aplicar mejoras para el rendimiento del actual.
La toma de decisiones empresariales tiene que estar ligada a la productividad financiera previo a la resolución final, reconocer los beneficios y posibles errores, proyectan perspectivas que puedan contrarrestar un margen de pérdidas para la compañía o el ponerla en riesgo bajo cualquier contexto.
Claridad administrativa en las gestiones contables
La pandemia por coronavirus aceleró los procesos tecnológicos para migrar las bases de datos a una digitalización certera, con ello, las plataformas digitales como sitios web o aplicaciones en el móvil han sido capaces de entrar como protagonistas en actividades esenciales como: capturar las entradas y salidas de un negocio o hasta arrojar evaluaciones del cómo se está llevando el manejo de capital.
Por su parte, la capacitación administrativa es un factor que todo negocio debe poner en marcha para estar en constante actualización en conjunto con las innovaciones financieras, tecnológicas y gubernamentales, con ello, aprender de nuevas herramientas que ayuden a mejorar la gestión de todas las áreas.
El tener un sistema operativo renovado y un trabajo en equipo actualizado es un impulso contundente para poner en marcha mecanismos que potencialicen el rendimiento de un proyecto que mejore la productividad de la empresa.
Durante la toma de decisión final es necesario ubicar 3 instrumentos que sean el sustento del proyecto:
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Objetivos exponenciales: considerar hasta qué punto quiero impulsar un negocio debe ser un factor que debe organizarse previo a realización del proyecto, ya que aquí es donde se expone el total de recursos financieros que se destinarán.
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Margen de pérdidas: la efectividad de un proyecto no siempre es 100 % certera, y con ello puede traer resultados fallidos con pérdidas económicas que como administrador se tiene que tomar en cuenta desde la gestión.
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Reivindicación financiera: antes de destinar recursos para la gestión de planes que lleven a mejorar el capital de una compañía, se debe seguir una bitácora de los beneficios que se podrán obtener tras la incorporación del proyecto, los cuales deben superar la inversión inicial.
La crisis de la pandemia por coronavirus fue un parteaguas que revolucionó los planes estratégicos para sacar a flote un negocio ante emergencias no previstas, muchas empresas tuvieron que llevar a cabo sus mejores planes de solvencia, mientras que otras se hundieron hasta su desaparición tras no tener una base que las protegiera.
Tan solo un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dictaminó que 2.7 millones de empresas formales tuvieron que cerrar en los primeros seis meses de la pandemia, poniendo como evidencia que los proyectos de rescate son escasos, incluso, en negocios ya consolidados.
Mejoras en el sustento de la empresa
Así como hay proyectos de emergencia, existen otras variables que pueden aplicarse para mejorar el sustento de una empresa, ya sea restableciendo el capital humano a uno que proyecte mejores relaciones, ampliar geográficamente el mercado, impulsar publicidad estratégica e incluso adquirir inmuebles o elementos que protejan las finanzas de la compañía ante la inflación con la inestabilidad de los mercados visto en los últimos años.
Todas las mejoras previamente mencionadas deben hacerse bajo una planeación analítica concisa. Rindegastos es una herramienta digital que registra cada salida de dinero, y con ello, brinda proyecciones de los flujos de dinero en una empresa capaces de detectar los mejores momentos para realizar planes de ahorro e inversión, estrategias financieras o incluso detectar gastos innecesarios que afecten el buen desarrollo de un negocio.
¡Cambiate a Rindegastos y dale el giro que necesita tu empresa!
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